San Sebastián (Parte I)

Ofrece una gran calidad de vida a todos sus visitantes gracias a que combina el mar y la montaña con la cultura y la mejor gastronomía. Bienvenidos a San Sebastián.

Hay mucho que ver y que hacer en un lugar que mezcla la tradición y la modernidad en su arquitectura, sus parques e incluso en las playas, los montes y en cada rincón que conforma este viejo pueblo pesquero. Son tantos los edificios, parques y lugares que visitar que lo mejor será empezar ya, conociendo la Iglesia más antigua de la ciudad.

Comenzando así por la Parte Vieja de este bello lugar visitaremos la Iglesia de San Vicente, un templo de la primera mitad del siglo XVI que bajo el estilo gótico ahora guarda grandes obras en su interior. En su fachada lateral Jorge Oteiza dejó la escultura de “La Piedad”.

Paseando seguidamente por la Plaza de la Constitución, corazón de esta Parte Vieja, veremos coloridos edificios con balcones. Así, acompañados por el buen ambiente de sus comercios, bares y con la cercanía de sus habitantes, llegaremos hasta la Calle Mayor, el lugar que aguarda la barroca Basílica de Santa María. En su interior vive la patrona de la ciudad, la Virgen del Coro. La puerta principal de esta Basílica nos lleva casi en línea recta hasta otro de los lugares arquitectónicos más importantes de Donostia, la Catedral del Buen Pastor. Es aquí donde el escultor Eduardo Chillida ha dejado reflejada su huella con “La Cruz de la Paz” que preside la fachada principal de esta catedral.

La Perla del Cantábrico como se le conoce a la bahía de San Sebastián, atrae por el esplendor con que muestra el amplio mar y nos va a servir de guía para llegar hasta el Ayuntamiento. Caminando descubriremos un edifico que reproduce un barco atracado en el muelle, se trata del Real Club Náutico de San Sebastián declarado "Bien de Interés Cultural" con la categoría de "Monumento". El embarcadero y las terrazas junto al mar nos permitirán empezar a disfrutar, aunque sea un pequeño abrir de boca, de la parte más azul de esta ciudad.

No podemos abandonar esta parte sin fijar nuestra mirada en la arquitectura más pura de San Sebastián. Dispersa por varios lugares, con formas que evocan mucho más de lo que podemos ver a simple vista, el mejor de los museos lo tenemos muy cerca de nuestra visita. Solo con fijar nuestra mirada hacia el Kursaal comprenderemos la importancia que la arquitectura tiene para sus habitantes. Las rocas varadas de Rafael Moneo nos sirven para presentar la fuerza del mar en El Peine del Viento de Chillida y Ganchegui. Las mareas están muy presentes en las esculturas de Donostia y reflejo de ello lo tenemos en el Paseo Nuevo con la Construcción Vacía. Y desde el mar también se puede contemplar la obra que vigila a toda la ciudad, la escultura Sagrado Corazón situada en la cima del monte Urgull.

Por hoy terminaremos nuestra visita en el Teatro Victoria Eugenia situado en pleno centro de la ciudad. Cuenta con una programación muy variada y nos va a permitir contactar con la cultura donostiarra sin dejar de lado la mejor arquitectura de esta esplendorosa ciudad. No podemos perder de vista las cuatro columnas de la fachada del edificio que representan la ópera, la tragedia, la comedia y el drama.

Ahora es momento de descansar para continuar en nuestra próxima visita disfrutando de las playas, los montes y la isla de San Sebastián. Aun tenemos que gozar con la rica gastronomía que ofrece la cocina vasca. Que disfrutéis de este pequeño trocito de la ciudad hasta que conozcamos el resto de San Sebastián la próxima semana...

¡Buen viaje, viajeros!

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