Se acabó el pensar lo sosa que está esa pared y no hacer nada para remediarlo. Hoy tenemos cinco ideas muy originales de relojes de pared que podrás hacer con tus propias manos y sin dejarte una millonada en el intento.
A veces, cuando vemos una pared vacía en nuestra casa pensamos que nos gustaría decorarla de alguna manera, pero por no gastarnos mucho dinero o por no tener inspiración en ese momento no hacemos nada y cada día pensamos lo sola que está esa pared. Por eso, la inspiración ha llegado: cinco relojes low cost que podrás hacer tú misma.
Las libélula en punto
El primero de ellos se hace con juguetes. Concretamente, con insectos de juguete, y a pesar de lo que puedas pensar (sí, está claro que tienes en mente esa cucaracha de plástico horrible con la que alguna broma has o te han gastado) es muy original y el resultado es súper chulo. La idea la encontramos en P.S. I made this, donde con estos bichitos, espray plateado y ‘mounting tape’ consigue un resultado espectacular. Por tanto, solo necesitas el estructura del reloj, que suelen venderla en tiendas de manualidades, 12 insectos de juguete y ‘mounting tape’, que realmente no sé cómo la venden aquí en España, pero lo que tenéis que buscar es una cinta con las dos caras adhesivas que sirve para no tener que hacer agujeros en la pared. Las marcas Scotch o 3M la suelen tener, tanto en cinta como en cuadraditos (estos cuadraditos blanditos como de gomaespuma súper adhesivos).
Los pasos a seguir son: pintas los insectos con el espray, en la imagen están en plateados, pero puedes probar con otros colores dependiendo del tono de tu pared. Una vez secos, cortas la cinta adhesiva y despegas uno de los lados para adherirla a cada insecto. Monta la estructura del reloj en la pared, y pega los insectos en la posición de las horas.
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La hora del té
El reloj hecho con tazas de té es una gran idea para un salón de inspiración muy british. Eso sí, quizá sea el más caro si quieres hacerlo con tazas como las de la imagen. En este caso, además de las tazas, el reloj cuenta con una estructura de madera. Los pasos a seguir son los siguientes: pinta el tablón de madera (no hace falta que sea demasiado grueso) con el color que desees; una vez seco, utiliza en su parte posterior la manera que desees para fijarlo a la pared. Ten en cuenta que las tazas pesan, así que serán necesarios agujeros en este caso. Cuando lo tengas, monta la estructura del reloj. Posteriormente, con pegamento instantáneo de gran adherencia o con pegamento termofusible, pega los platos a la madera, y después, las tazas a los platos. A la hora de colgar el reloj en la pared, asegúrate de que alguien te ayude, pues pesará y abultará quizá demasiado como para colgarlo solo una persona.
Un momento para recordar
Me encanta la idea del reloj de Polaroids, muy fácil de hacer y con un aire muy retro. También lo puedes hacer con otro tipo de fotos, con dibujos de los peques y con recuerdos variados. Los Post-its y el washi tape, comúnmente conocido como celo de colores, pondrán la guinda a este reloj. Es posiblemente el más sencillo de hacer, pues únicamente necesitas la estructura del reloj y buenas fotografías de recuerdos que quieras ver cada día. Los Post-its con mensajes y el washi tape te servirán para darle tu toque personal. Lo mejor de este reloj es que nunca pasa de moda, pues puedes ir actualizándolo a medida que acumules más y mejores recuerdos.
Minutos musicales
Si no quieres ocupar un espacio demasiado grande y eres amante de la música, este reloj es perfecto para ti. Todo lo que necesitas, además de tu imaginación y la estructura del reloj, es un vinilo. Según lo manitas que seas (y también de las herramientas que dispongas), puedes cortar los números de las horas en el vinilo o pegar (o clavar) apliques metálicos de números para marcar las horas. Si las agujas del reloj que has conseguido son pequeñas, puedes poner los números en la parte central del disco en lugar de en la exterior.
Hora de ir a Ikea
El más crafty es el reloj hecho con marcos con flores o con lo que quieras en su interior, siempre que sea una monada como es este. Los marcos puedes conseguirlos por poco dinero en tiendas como Tiger o Ikea, y puedes darles tu toque personal tanto en su interior poniendo las imágenes que quieras como por fuera: puedes pintar los marcos de diferentes colores, forrarlos en tela, llenarlos de purpurina… Una vez más, tu imaginación es la que manda, deja que vuele y seguro que tendrás un gran proyecto en tu pared cuando termines su creación.
¿Te animas a crear nuevas formas de dar la hora?