Estados Unidos y China presionan al Fondo Monetario Internacional y, sobre todo, a los países integrantes de la Eurozona más perjudicados por el impago griego como Alemania y Francia para que negocien una quita con el Gobierno de Alexis Tsipras y salvar el euro.
Desde 2010 la deuda de Grecia no ha dejado de aumentar hasta representar el 180% del PIB. El objetivo del Eurogrupo es mantenerla por debajo del 110% en 2022, si bien los acreedores estiman en informes internos que en 2030 aún estará en el 118% del PIB. Una situación que solo puede revertir una quita de la deuda, acompañada de un compromiso firme del Gobierno griego de reformar su economía para hacerla competitiva.
Atenas no ha podido hacer frente al pago del primer rescate (2010) ni del segundo (2012), que expiró el 30 de junio. Su ministro de Finanzas, Yanis Varoukafis, solicitó un día antes un tercer rescate de 29.000 millones durante los próximos dos años y medio, que incluya la renegociación de la deuda total. Solo los intereses de la deuda ya suman la escandalosa cifra de 29.145 millones de euros.
El panorama que presenta Grecia es el de un país económicamente roto y en la ruina. La imposibilidad de hacer frente a una deuda impagable, aboca a la mayoría de los 11 millones de griegos a vivir en el umbral de la pobreza de forma permanente; sujetos a fuertes cargas impositivas, reducidas prestaciones sociales, bajos salarios, precariedad laboral, edad de jubilación ampliada hasta los 67 años y pensiones medias por debajo de los 500 euros.
El impago el pasado martes (30 de junio) de 1.600 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) -desencadenante del cierre de los bancos y el “corralito”- se verá agravado con el vencimiento en este segundo semestre del año de 17.000 millones de euros a diferentes acreedores.
Estados Unidos presiona en los últimos días a los acreedores para que acepten una quita de la deuda que permita un reordenamiento de la misma desde una base real que el Gobierno de Alexis Tsipras pueda asumir.
El secretario del Tesoro norteamericano, Jack Lew, ha hablado por teléfono con la directora del FMI, Christine Lagarde; con el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y con el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin para convencerles.
El primer ministro chino, Li Keqiang, advirtió a los dirigentes del Eurogrupo en la cumbre empresarial UE-China celebrada el pasado lunes en Bruselas, de que Grecia debe permanecer en el euro para mantener la estabilidad de Europa y de su moneda única.
La deuda griega está formada por dos rescates de los gobiernos europeos y del FMI, así como de préstamos privados. Éste es su desglose:
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