REVISTA

Así se cuida… Mar Salá

Pamela Navarrete | Viernes 31 de julio de 2015
Nuestra protagonista de la semana nos da las claves para alcanzar la felicidad: "Pues, para mí, la receta de la felicidad es ser honesto contigo mismo y hacer las cosas porque las quieres hacer y porque te gustan y no porque tengas que hacerlas ni porque sea lo mejor". ¿Quieres conocerla un poco más?

¿Qué significa para ti la palabra salud?

La palabra salud significa para mí el día a día, desde que me levanto hasta que me acuesto. Salud significa dormir bien, darme reiki, que es un sistema japonés de sanación a través de las manos que practico regularmente; entonces yo me doy auto -reiki y se lo doy a los demás, y lo que hace es equilibrar el sistema inmunológico, funciona por energía y yo utilizo la energía que está ahí, la energía del universo y lo que soy yo es el canal. Así que el día a día para mí es el reiki porque me mantiene saludable y también me da energía y me equilibra a mí y a los que están a mi alrededor, si lo necesitan; es muy bueno porque es un sistema físico y mental porque va unido a la meditación. Por otro lado, creo que salud significa también practicar yoga, que también lo hago y meditación. Y cantar mucho (risas).

Salud mental, física, espiritual y estar con los amigos, que es una parte muy importante para mantener la salud; yo cuando siento que hay momentos en mi vida que no puedo salir por lo que sea o no puedo estar con mis amigos, me agobio y me afecta a la salud, no hay cosa mejor que irte a tomarte unas cervecitas y charlar con tus amigos para estar bien

Así que la salud es todo eso, reiki, meditación, yoga, amistad y, sobre todo, mucho amor (risas).

¿Qué tipo de dieta llevas a cabo?

Yo no hago ningún tipo de dieta… como de todo, bebo de todo y, solamente hago deporte, pero dieta ninguna, no tengo ninguna restricción alimenticia ni nada de eso.

¿Prefieres la Dieta Mediterránea o la Fast Food?

Fast Food no por favor, ¡en la vida! (risas). A mí me gusta mucho comer bien, me gusta la Dieta Mediterránea, aunque en Nueva York hay mucha comida internacional, entonces me gusta la comida japonesa, tailandesa, la comida china… de todos los lugares. Pero la Dieta Mediterránea es muy buena, me gusta mucho el aceite de oliva, el ajo, me encanta el perejil, aunque como de todo.

¿Es difícil llevar una alimentación adecuada estando de promoción?

No, no porque yo todos los días hago reiki, meditación y yoga, sin eso, probablemente cualquier cosa me afectaría más, estaría mal. Pero cuando estoy de gira hago todo esto más que cuando estoy en casa, meditación todos los días y el yoga igual.

¿Consumes productos naturales?

A ver, cuando compro carne en Estados Unidos, voy a comprar un pollo que sea orgánico, que sea Free Rage, criado en el campo, no compro carne que no sea biológica, pero tampoco suelo comer mucha carne, no por nada sino porque no me fío mucho; aunque si hacemos barbacoa o algo así, sí, ahí te toca comprar productos biológicos, lo que pasa es que son muy caros, por lo que hay ciertos productos que tienen más sentido que sean biológicos que otros. Lo que intento es tener un equilibrio, no soy extremista tampoco, no pregunto cómo se llamaba el padre del pollo antes de que se lo cargaran (risas).

¿Haces ejercicio físico?

Me gusta mucho la natación, como decía, el yoga, y la bicicleta, en Nueva York voy a todos los sitios en bici, no me gusta el coche, así que voy en bicicleta y, si no hay más remedio, cojo el metro.

¿Tienes algún hábito o manía inconfesable?

¿Cómo no sea que no me gustan las coles de Bruselas? (risas). Ahora estoy enganchada a la comida china, lo digo así directamente (risas), estoy enganchada. Tampoco suelo beber nada que tenga burbujas, excepto la cerveza. Y, tengo otra manía que es que bebo mucho té, té constantemente, té verde por la mañana y, durante el día, un té que no tenga teína.

¿Cuál sería para ti la receta de la felicidad?

Pues, para mí, la receta de la felicidad es ser honesto contigo mismo y hacer las cosas porque las quieres hacer y porque te gustan y no porque tengas que hacerlas ni porque sea lo mejor, sino conocerte a ti mismo y actuar de acuerdo con eso; y también dar y recibir mucho amor, que parece muy tópico pero es verdad, si haces las cosas con cariño lo vas a recibir y, sobre todo, yo creo que lo digo no porque yo lo haga eh (risas), yo sé que la receta de la felicidad es tener compasión con todo el mundo porque, al final, somos todos uno, y me encantaría ponerlo en práctica el decir “si este me está jodiendo también soy yo, es parte mía”, seríamos más felices porque seríamos más tolerantes y no nos perderíamos tanto; lo estoy intentando llevar a la práctica, aunque no lo tenga siempre presente.

Además, se me ha venido a la cabeza la imagen de mi hija Maya y mi hija y mi compañero están conmigo y son muy importantes, siempre están conmigo aunque no los nombre. Mi hija tiene quince años y habla tres lenguas y mi compañero es alemán, ahí en Nueva York, y tener esa familia tan chula que tengo también es la clave de la felicidad.


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