VIDA

Arte para el calor

Pamela Navarrete | Lunes 18 de julio de 2016
Con la llegada del verano, el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid propone una oferta cultural que nos traslada a los jardines de Caillebotte y al mismísimo paraíso del Hortus Conclusus.

Esta semana de verano, en cultureando os queremos proponer un plan de escape ante las altas temperaturas: se trata de los eventos que nos ofrece el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid que presenta la instalación que gira en torno al concepto del Hortus Conclusus y la exposición dedicada a Gustave Caillebotte.

El paraíso en Madrid

Como adelanto de las exposiciones de verano, el Thyssen nos ofrece una instalación que profundiza en el concepto del “Hortus Conclusus”, se trata de la oportunidad de conocer esta muestra temática que recupera uno de los temas más recurrentes de la historia del arte.

El Hortus Conclusus es una referencia al edén, al paraíso perdido que apareció por primera vez en el Cantar de cantares y que se impuso en las temáticas artísticas desde la Edad Media hasta nuestros días.

Así, el museo presenta esta selección que podremos disfrutar hasta el próximo 2 de octubre; una instalación que reúne las obras más representativas de la historia sobre este hortus conclusus: desde La virgen y el niño en el Hortus Conclusus, del siglo XV, pasando por El Jardín del Edén, de Brueghel el viejo o La casa de las rosas, de Monet , hasta las obras vanguardistas del siglo XX como Lirio blanco de Georgia O’Keeffe.

El verano en el jardín

Sin embargo, el verano en el Thyssen será mucho más que una instalación y es que entre el 19 de julio y el 30 de octubre, el museo nos da la oportunidad de descubrir a uno de los personajes olvidados de la historia del arte con la exposición “Caillebotte, pintor y jardinero”.

Esta muestra es el homenaje a uno de los artistas del impresionismo que fue eclipsado por su propia figura, su muerte y la polémica que rodeó a su legado.

Gustave Caillebotte –considerado por la historia como pintor aficionado, coleccionista y mecenas- fue un importante autor del impresionismo con un estilo propio y definido que cultivó desde sus inicios en la pintura hasta el día de su prematura muerte a los 45 años.

Bien es cierto que este artista disfrutó de su pasión por la pintura gracias a la fortuna familiar que heredó a temprana edad y que le permitió dedicarse al arte desde su formación en París con Bonnat hasta conseguir participar en la Segunda Exposición Impresionista de 1872 para labrarse una carrera artística caracterizada por su amistad con el grupo impresionista y su papel de mecenas, así como por una producción en la que los jardines tomarían un papel protagonista.

Esta exposición, que llega a Madrid tras estar en el Musée des impressionismes Giverny, profundiza en la temática del jardín y la relación del artista con Monet. Así, la muestra se divide en cuatro capítulos centrados en los lugares en los que vivió y trabajó Caillebotte: El París de Haussmann; Un universo mineral; Veranos en Yerres: 1861-1879; El Sena y los viajes a Normandía: 1880-1888 y Le Petit Gennevilliers: 1888-1894.

Así, con la llegada del calor, el Thyssen nos ofrece un plan alternativo y cultural que nos traslade a lugares paradisíacos. ¡No te lo pierdas!

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