Las despedidas son siempre amargas, aunque un hasta luego tiene un punto más dulce. Esto es lo que se diría de un cierre de gira normal, pero la noche de ayer fue distinta, Supersubmarina consiguió hacerla diferente.
Ayer Toledo esperaba impaciente la llegada de estos cuatro andaluces. El frío que sufrió la gente en la cola pronto se convirtió en calor cuando Supersubmarina subió al escenario de El Círculo de Artes.
Todo tuvo su tiempo en el concierto, desde su primer EP hasta el último. El concierto comenzó lento y frio como la noche de ayer, pero poco a poco faltaba espacio entre la gente, y sobraban metros entre ellos y el público. Hicieron vibrar a cada uno de los brazos inquietos que no pararon ni un momento. La gente se impacientaba entre canción y canción, pedían canciones, sus canciones.
Pronto la antigua iglesia toledana se convirtió en el mejor medio acuático y los cuatro se movieron como pez en el agua. Todo era recíproco: el público pedía y ellos daban; la gente gritaba y ellos rasgaban las cuerdas de sus guitarras.
Sólo nos queda esperar al próximo año para que lleguen con su nuevo disco y su gira correspondiente. Asique los más impacientes tendremos que quemar el botón de reproducción, igual que quemaron ellos ayer su directo.