La artista australiana encarna a hasta 13 personajes distintos (entre ellos, un vagabundo, una presentadora de informativos o un obrero) en los distintos fragmentos que componen la cinta del alemán Julian Rosenfeldt.
Cada una de las frases que se pueden escuchar de boca de una, en ocasiones irreconocible, incontestable Blanchett, están extraídas directamente de distintos manifiestos artísticos.
Las piezas componen la película fueron proyectadas en distintas pantallas en centros como el Park Avenue Armory de Nueva York o el Museum für Gegenwart de Berlín.
Rosenfeldt ha declarado sobre el film que es “un homenaje a su increíble talento”. Sobre la enorme capacidad actoral de la actriz, el director reconoce haberle dejado estupefacto: “Podía hacerlo todo, podía ser cualquiera. Cambiar de identidad es para ella como cambiarse de camiseta”.
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