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Diarrea del viajero

Mayte Sastre | Martes 21 de febrero de 2017
La diarrea del viajero, también llamada "diarrea del turista" o "gripe intestinal" es el problema de salud más frecuente cuando se viaja a países con menores condiciones higiénico-sanitarias.

Alrededor del 40% de los viajeros experimentan diarrea durante o poco después de su viaje al trópico. La mayoría de las veces la diarrea no es un problema grave porque el cuerpo acaba acostumbrándose a los cambios de microorganismos y de medio ambiente, pero pueden provocar cambios en el itinerario del viaje y en el 30% de los casos la necesidad de quedarse en cama por 2-3 días.

Factores de influencia

  • Lugar de origen: los viajeros procedentes de países desarrollados tienen más probabilidad de padecer de diarrea del viajero.
  • Lugar de destino: a mayor pobreza, mayor incidencia de diarrea del viajero; así los destinos con mayor riesgo son África, sudeste asiático, América Central y del Sur; y en menor medida el Caribe y la Europa del Este.
  • Duración de la estancia: mayor riesgo a mayor duración del viaje.
  • Tipo de viaje: el turismo de playa en complejo turístico tiene una menor incidencia que el tour en grupo organizado y el turismo de aventura se asocia a las tasas de incidencia más altas.
  • Tipo de hotel elegido: en relación a las condiciones higiénicas del establecimiento así como la elección del tipo y lugar donde se realizan las comidas.
  • Estación del año: más frecuente en los meses de verano en los países subtropicales.
  • Características del viajero: niños, adultos jóvenes entre15-30 años y ancianos, mujeres embarazadas, inmunodeprimidos (diabéticos, VIH), enfermedad inflamatoria intestinal, personas en tratamiento con antiácidos o con cirugías gástricas (gastrectomizados) tienen más probabilidades de padecerlo.
  • Beber siempre las bebidas embotelladas y cerradas. No beba agua del grifo (compruebe que la botella no ha sido abierta previamente y vuelta a rellenar) y no use agua del grifo para hacer hielo que luego vaya a consumir, ni para cepillarse los dientes o para lavar alimentos. No trague agua cuando se bañe o se duche.
  • Lavarse las manos con frecuencia y usando jabón. Esto es especialmente importante antes de comer o de llevarse algo a la boca, al manipular alimentos, al ir al baño, etc. Para secarlas, use una toalla limpia o simplemente aire. Las manos húmedas pueden suponer un riesgo de infección. Si sale al campo, puede llevar jabón.
  • Evitar las ensaladas y vegetales crudos.
  • Pelar la fruta usted mismo.
  • Evitar los cubitos de hielo en las bebidas.
  • Evitar alimentos crudos o poco cocinados que se han mantenido sin refrigeración durante algunas horas, ni alimentos poco cocidos y tampoco alimentos comprados a vendedores ambulantes y en algunos restaurantes con poca higiene.
  • Evitar helados, natillas, flanes, cremas y derivados lácteos no pasteurizados.
  • La esterilización es el medio más seguro de obtener agua potable: hirviéndola durante 10 minutos (en zonas de gran altitud ha de aumentarse este tiempo) y filtrándola (filtro de porcelana) previamente si estaba turbia. La desinfección se consigue con lejía común (3 gotas de lejía de 12º por litro de agua), con productos que liberan cloro (una pastilla por litro de agua) y con sales de plata o yodo (10 gotas de tintura de yodo por litro de agua). Los equipos portátiles que asocian un filtro y un desinfectante (resina yodada) representan una buena opción para los viajeros de aventura.

Tratamiento

Durante el viaje, se debe buscar ayuda médica en caso de diarrea y particularmente si hay sangre en las heces, vómitos repetidos, fiebre o si aparecen otros síntomas. Si no se puede consultar a un médico, o en espera de hacerlo, el recurso del autotratamiento es una opción válida, pero en ningún caso debe exceder de 48 horas antes de asistir a una consulta médica.

1. Reposición de líquidos:

Es la medida básica y fundamental. El tratamiento de la diarrea del viajero consiste básicamente en reponer líquidos y mantener una dieta apropiada. La rehidratación oral (sobres de rehidratación oral) previene la deshidratación y es básica en los niños y personas de edad avanzada. Existen preparados comerciales de fácil manejo y cuya adquisición antes de iniciar un viaje a los trópicos es conveniente. Si no se dispone de sobres de rehidratación oral, se puede usar un sustituto que se prepara con 1 litro de agua, una punta de cuchillo de sal, otra de bicarbonato sódico, 2 cucharadas soperas de azúcar y el zumo de un limón; se tomarán las mismas cantidades que en el caso de los sobres de rehidratación oral (una cuchara contiene un volumen de 5 ml).

Cuando se padece una diarrea, hay que seguir tomando alimento. Es totalmente infundada la idea de que no se puede comer. Los alimentos más adecuados cuando se padece una diarrea son: sopas o caldos de arroz/zanahorias, patatas hervidas, pescado blanco o carne de pollo cocido o a la plancha, pan blanco tostado, manzana rallada o asada, yogur desnatado bioactivo.

2. Antidiarreícos:

La loperamida es uno de los fármacos que disminuyen la motilidad intestinal. Indicada en las diarreas moderadas, está contraindicada en la diarrea del viajero con fiebre o presencia de sangre en las heces. También está contraindicada en niños menores de 2 años o en personas que padecen colitis ulcerosa. El racecadotril es otro fármaco comercializado en España y que es útil en el tratamiento sintomático de la diarrea del viajero por su capacidad de controlar la secreción intestinal de agua y electrolitos.

3. El uso de antibióticos:

El uso de antibióticos sólo se indica en la diarrea del viajero grave (presencia de sangre en las heces, fiebre alta o cuando hay un gran número de deposiciones líquidas diarias) o en personas inmunodeprimidas, diabéticos, personas que padecen enfermedades inflamatorias intestinales o que toman diuréticos o litio (en el caso de estar a tratamiento con otros fármacos específicos consulta con tu médico).

Para un correcto uso de los antibióticos, consulta a tu médico o en alguna unidad especializada. En niños pequeños y embarazadas deben usarse con precaución. Si la diarrea del viajero persiste a la vuelta del viaje, es preciso consultar con un servicio especializado para un diagnóstico correcto y un tratamiento apropiado.

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