La exintegrante de La Oreja de Van Gogh no está pasando por su mejor momento. Pese al lanzamiento de su exitoso 'Nacidos para creer', alabado por crítica y público, Amaia Montero se ha tenido que enfrentar a feroces críticas por un concierto en Cantabria en el que se le olvidó parte de la letra, o incluso a algunas por el cambio de su aspecto físico.
La cantante ha explicado a El Mundo que el ataque "ha sido horrible, brutal. Lo he pasado muy mal. No me lo esperaba". Reconoce así que, sin duda, "ha sido el peor momento" de su carrera.
Tal es el extremo de las críticas que muchos afirmaban con una contundencia pasmosa, incluso medios de comunicación y contertulios de televisión, que Amaia se mostraba bajo los efectos del alcohol durante su "fatídica" actuación, a lo que la artista responde que "no había tomado nada. Si no saben nada de mí, no sé cómo se atreven a decir lo que se ha dicho".
Por otra parte, considera que sus críticos "han sacudido con saña y en lo personal", algo que, según cree, ha rozado el "acoso, puro bullying, una masacre". Pero el daño está hecho, y reconoce que, pese a sus declaraciones, hay mucha gente que no lo entiende "o no lo quiere entender".
Por todo esto, pide que se le respete, ya que confiesa que "no pretendo gustar a todo el mundo", pero parece que "en este país engordar es lo peor que puedes hacer. Estuve un tiempo apartada preparando el disco y, cuando reaparecí, todo el mundo se puso a hablar de mi cambio físico", en vez de su música, que ha llegado a lo más alto de las listas de ventas de varios países.
Amaia, como visionaria que ha demostrado ser, ya respondía a las críticas en el primer single de su último trabajo. Una canción llena de rabia, de fuerza y de esperanza, que abre la mecha de un disco redondo al que no se le ha dado aún el lugar que le corresponde en nuestro país.