La conocimos como defensora de Olga Moreno en 'Supervivientes 2021', cuando en plena vorágine con la emisión de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', defendía a capa y espada a su mejor amiga, ajena a todo a miles de kilómetros de distancia. Pero esa edición colapsó, y la que está por venir está a punto de repetir la misma suerte sin haber empezado...
Mediaset España va como pollo sin cabeza. Insiste en exprimir una y otra vez a los mismos 'famosos', las mismas sagas de siempre y, en este caso, peor si cabe, pues ha fichado para el que se supone que va a ser su salvavidas en audiencias a una de las figuras del momento en el que Telecinco dejó de brillar, para comenzar su inevitable declive.
Hace poco más de un año Rocío Carrasco dio un paso al frente. Habló, y para bien o para mal, dejó de ser la 'mala de la película' para aportar luz a una historia que nos habían contado de una manera totalmente diferente. Pero Mediaset quiso jugar... apostó por el morbo, por la lucha encarnizada entre productoras, por sacar vestigios de mentiras en una verdad aplastante y, sobre todo, por seguir dando voz, un año después, a personas que han demostrado ser artífices de una de las mayores mentiras de la prensa del corazón.
Esto va a empañar, un año más, 'Supervivientes'. Hay que recordar que Olga ganó la final menos vista de la historia del formato, entre acusaciones de tongo, favoritismos y con medios internacionales haciéndose eco de "violencia vicaria en directo" (The Canadian).
Sin embargo, Telecinco vuelve a echar mano de la 'mejor amiga' de la cuestionada ganadora de 'Supervivientes 2021', avanzando así la participación de Olga en las galas y debates, abriendo camino también a que se siente junto a otras ex participantes del clan, como son Rocío Flores o Gloria Camila.
Esto es, cuando menos, premonitorio de lo mal que puede ir el concurso, con las dos últimas marcando bajones de audiencia en las últimas semanas cada vez que aparecen en sus respectivos programas.
Frente al 'Supervivientes' "limpio" que pedían los usuarios de las redes sociales, vamos a tener más de lo mismo. Y es que aún está por estrenar la segunda parte de la docuserie de Rocío Carrasco, en la que hablará directamente de su familia, por lo que la guerra está servida y se intentará llevar también a miles de kilómetros de España, volviendo a enturbiar un concurso de supervivencia con tramas forzadas que, vaticino, deslucirán al resto de concursantes, que quedarán relegados a un papel secundario pese a que no pocos prometen.
Es hora de que Telecinco, y por ende Mediaset, haga un parón para reformularse y hacer examen de conciencia, en vez de apostar una y otra vez por lo mismo.