Laura Segura, Jefa de la Unidad de Coordinación Contra la Violencia sobre la Mujer en Melilla, enfatiza la importancia de la formación en perspectiva de género para profesionales que enfrentan la violencia de género. Destaca el nuevo Sistema VioGén 2, que mejora la interconexión entre administraciones y elimina el nivel de riesgo 'No Apreciado', reconociendo que cualquier denuncia implica un riesgo. Segura subraya que es crucial seguir apoyando a las víctimas y garantizar su acceso a recursos, independientemente de las medidas de protección. La formación continua es esencial para una protección efectiva y adecuada.
La Jefa de la Unidad de Coordinación Contra la Violencia sobre la Mujer de la Delegación del Gobierno en Melilla, Laura Segura Sarompas, ha enfatizado la importancia de la formación en perspectiva de género para los profesionales que enfrentan situaciones de violencia. “Todos los que estamos involucrados en estas circunstancias desde diversas administraciones debemos capacitarnos de manera continua”, ha afirmado.
Segura ha subrayado que la educación y la prevención son esenciales, pero ha advertido que si los profesionales no aplican esta perspectiva en su actuación, se corre el riesgo de no garantizar una protección efectiva a las víctimas. “Es fundamental que las administraciones e instituciones continúen luchando contra la violencia de género y envíen un mensaje claro de apoyo a las víctimas, asegurándoles que los recursos están disponibles, independientemente de si han presentado una denuncia”, ha añadido.
En su intervención, Segura también destacó las mejoras introducidas en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género, conocido como Sistema VioGén 2. Esta nueva versión facilita una mejor interconexión entre administraciones, lo cual es crucial para entender la realidad de las víctimas más allá del ámbito puramente protector. “La interconexión nos permite tener una visión más completa sobre las víctimas”, indicó.
La Jefa de la Unidad hizo hincapié en que es esencial considerar el aspecto social al abordar la protección. “Si los servicios sociales especializados pueden aportar datos, podremos identificar las situaciones de vulnerabilidad que enfrenta cada víctima y así evaluar mejor su riesgo”, explicó.
Un cambio significativo en el Sistema VioGén 2 es la eliminación del nivel de riesgo ‘No Apreciado’, una modificación solicitada tanto por instituciones vinculadas a la violencia como por la sociedad civil. “Desde el momento en que una mujer presenta una denuncia, reconocemos que existe un riesgo”, afirmó Segura. Ahora, el sistema clasifica los niveles de riesgo como ‘Extremo’, ‘Alto’, ‘Medio’ o ‘Bajo’.
Además, Segura resaltó el refuerzo en las medidas de protección para casos complejos, donde hay agresores persistentes o múltiples. “Estas mejoras fortalecen los mecanismos destinados a proteger a las víctimas y optimizan el sistema de atención incluso si la víctima decide no continuar con el proceso”, destacó.
Finalmente, se refirió al Protocolo Cero, diseñado para recopilar información sobre el entorno de la víctima además de lo proporcionado por ella misma o por el agresor. “Cuanta más información tengamos sobre los entornos, mejor será nuestra capacidad para establecer protecciones efectivas dentro del sistema VioGén 2”, concluyó Laura Segura.
El aplicativo VioGén 2 permite tener una visión de la realidad de las víctimas de violencia de género, más allá del sistema de protección.
La formación continua en perspectiva de género es clave para que los profesionales actúen adecuadamente y realicen una protección efectiva a las víctimas de violencia de género.
En el Sistema VioGén 2 ha desaparecido el nivel de riesgo 'No Apreciado'. Ahora, todos los casos donde se interpone una denuncia son considerados con algún nivel de riesgo: 'Extremo', 'Alto', 'Medio' o 'Bajo'.
La interconexión permite obtener una visión más completa sobre las situaciones de vulnerabilidad que pueden estar viviendo las víctimas, facilitando así una mejor protección.
El Protocolo Cero permite obtener información del entorno de la víctima, además de la que se obtiene directamente de ella o del agresor, mejorando así las medidas de protección.