Se trata de un dolor intenso, especialmente durante los primeros días, y estas mismas molestias limitan de forma importante los movimientos, impidiendo acciones cotidianas como realizar ejercicio, adoptar ciertas posturas o acarrear pesos. Por esta razón, y si bien no se trata de una patología grave, puede resultar muy incapacitante y dolorosa.
¿A quién afecta?
El lumbago es una patología frecuente, que afecta a uno de cada cinco españoles. Además, afecta a personas de todas las edades, si bien es más frecuente entro los 40 y los 59 años, y tiende a repetirse, pudiendo convertirse en crónica en personas mayores o con problemas asociados.
Las personas embarazadas, con sobrepeso, o aquellas que trabajan habitualmente cargando pesos son, así mismo, más propensas a sufrir estas molestias.
¿Qué tipos de lumbalgias diferentes existen?
A la hora de diagnosticar y tratar los dolores de espalda, se diferencian distintos tipos de lumbalgia, dependiendo de su origen, y de su intensidad y duración.
Las lumbalgias inflamatorias pueden estar provocadas por artrosis, infecciones o problemas orgánicos graves y requieren medicación específica para su tratamiento.
Por el contrario, las lumbalgias mecánicas, más frecuentes, tienen un origen postural, o son causadas por esfuerzos y sobrecarga de la espalda y pueden tratarse con reposo, ejercicio moderado y terapia térmica, además de poder prevenirse más fácilmente con una correcta higiene postural.
Dependiendo de su duración, las lumbalgias mecánicas se clasifican en:
· Lumbalgia aguda: se desarrolla con un dolor muy intenso. Más del 90% de éstas se recupera en un plazo de entre tres y seis meses.
· Lumbalgia subaguda: conlleva un dolor de menor intensidad y no supera los 3 meses.
· Lumbalgia crónica: en aquellos casos en los que el dolor persiste más allá de los tres meses. Las molestias ocasionadas por este tipo de lumbalgia pueden ser continuas o con intervalos y variar de una intensidad leve a moderada.
¿Cuáles son las principales causas del dolor lumbar?
Las principales causas de la lumbalgia mecánica son:
· Las malas posturas en el trabajo.
· Los esfuerzos repetidos.
· Estar muchas horas de pie.
· Levantar pesos.
· Los gestos bruscos o repetidos.
· La sobrecarga de la espalda.