Según una encuesta realizada por Metroscopia a 1.200 personas entre el 8 y el 9 de enero de 2013,y difundida el domingo por El País el 78% de los encuestados ven innecesaria la reforma planteada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, cuya popularidad también se hunde, situándose como el segundo con peor valoración tras el ministro de Educación, José Ignacio Wert.
La reforma, que se ha topado también con la oposición de algunos políticos del PP, quiere pasar de la ley de plazos actual, en la que el aborto está despenalizado en las primeras semanas de gestación, a otra que fija una serie de supuestos como la violación o el peligro psicológico para la madre como únicos argumentos para interrumpir el embarazo.
La norma era considerada un intento del Gobierno de atraer a sus votantes más conservadores tras dos años de legislatura marcados por duras medidas económicas y una serie de escándalos de corrupción en el seno del partido.
Sin embargo, el sondeo de El País muestra que el 86% de los encuestados está de acuerdo con que sea la mujer quien decida si quiere seguir con su embarazo, cifra que se reduce a un todavía mayoritario 68% entre los votantes del Partido Popular y a un 60% entre los católicos que se consideran a sí mismos practicantes.