Cuanto más peso tienen las personas que comen con usted o cerca de usted, más comida tiende a comer y es menos probable que esa comida sea saludable, señaló el investigador del estudio, Brian Wansink, director del Laboratorio de Alimentos y Marcas de la Universidad de Cornell.
En el estudio, Wansink evaluó cuántos alimentos comían las personas cuando comían con una actriz que llevaba un "disfraz de gorda" que le hacía aparentar tener 22.6 kilogramos más de peso y cuando comían con la misma persona sin el disfraz de gorda.
Lo que descubrimos es que las personas que comían con una persona que tenía un sobrepeso evidente terminaban comiendo aproximadamente un 32 por ciento más de pasta y aproximadamente un 43 por ciento menos de ensalada".
El mensaje no es evitar comer con personas que tienen sobrepeso, sino prestar atención a las pistas sutiles de comer en exceso.
Para realizar el estudio, Wansink y sus colegas invitaron a 82 estudiantes universitarios a comer un almuerzo con espaguetis y ensalada en 4 ocasiones distintas. Les dijeron que el estudio trataba de la conducta alimentaria entre los estudiantes universitarios.
En dos ocasiones, la actriz llevó el disfraz de gorda. Una vez, ella comió más ensalada que pasta, y la otra vez comió más pasta que ensalada. En otras dos ocasiones, no llevó el disfraz de gorda. De nuevo, una vez comió más ensalada que pasta, y la otra vez comió más pasta que ensalada.
Los investigadores dieron seguimiento a lo que comieron los comensales, y hallaron que comían más cuando la actriz llevaba el disfraz de gorda, independientemente de lo saludable que fuera lo que ella comía.
Aunque otros estudios han hallado que las personas tienden a comer más cuando están con otras personas que cuando están solas, el nuevo estudio mostró que "si cambia el peso de su acompañante, puede aumentar muy directamente la cantidad de comida que come usted", dijo Wansink. "Incluso cuando ella se sirvió más ensalada [que pasta], todos los demás lo ignoraron".
Aunque Wansink no preguntó a los estudiantes por qué comieron más cuando la actriz llevaba el disfraz de gorda, tiene algunas ideas de lo que podría estar ocurriendo.
Podría tratarse de la comparación social", dijo. Uno de los estudiantes dijo a Wansink que sintió que él era "muy delgado" con respecto a los demás, lo que le daba permiso para quizá consentirse un poco.
Los hallazgos cuadran con investigaciones anteriores sobre el hecho de que otros comensales tienen un efecto en lo que come una persona, dijo Janet Polivy, profesora de psicología de la Universidad de Toronto. Su investigación sugiere que "las personas buscan el permiso para comer mucho (pero justo un poco menos que otra persona, para que no sea excesivo)".
Nuestra teoría, y es solamente una teoría, no un hecho probado, es que las personas quieren comer todos los buenos alimentos que puedan, pero tampoco quieren parecer ’glotones’, de modo que miran a su entorno para ver cuánto es ’apropiado’ comer. Especularíamos con que estar con alguien que pesa más que nosotros nos permite sentir que de algún modo podemos comer más que si estamos con alguien más delgado", dijo.
Los hallazgos parecen ciertos en la práctica clínica, dijo Karen R. Koenig, psicoterapeuta y coach de alimentación en Sarasota, Florida. Sus clientes con sobrepeso le han dicho que comen menos cuando comen con personas delgadas o con un peso normal.
"La clave es cómo hacer caso a su propio apetito, sin importar con quién esté, qué peso tengan o qué coman", dijo Koenig.
Escuche a su cuerpo, de modo que coma lo que sea "suficiente para usted". Admite que "se trata de algo difícil para la mayoría de la gente".
Mantengan el compromiso que muchos hacen antes de ir al restaurante. "La mayoría de las personas, cuando llegan a un restaurante piden menos comida saludable y más cantidad de lo que están habituados a tomar. Lo que tenemos que hacer es honrar nuestros compromisos anteriores, antes de quedar atrapados por lo que piden otros.
Hay una asociación entre lo que los participantes del estudio comieron y cuánto comieron y el peso percibido de su acompañante al comer, el estudio no probó que hubiera una relación de causalidad.