El famoso y galardonado guionista ha decidido dar vida a la novela de Ken Bruen, creando así un film perfecto para los amantes del thriller y las conspiraciones que se traman en los bajos fondos de las grandes ciudades.
London Boulevard nos cuenta la historia de Mitchel (Colin Farrell) un antiguo criminal que acaba de salir de la cárcel cumpliendo su condena íntegramente y por la vía legal. Ahora lo único que quiere es llevar una nueva vida alejado de la violencia, de sus antiguos colegas y de todo lo que atañe a ese oscuro mundo.
Nuestro protagonista encontrará una manera de dejar apartados sus fantasmas del pasado cuando conoce a Charlotte (Keira Knightley). La joven es una estrella de cine que vive aislada en su casa, asediada por los paparazzis desde que en uno de sus viajes a Italia tuvo un traumático suceso que la marca más de lo que ella habría querido. Mitchel trabajará para ella como guardaespaldas y se creará un fuerte vínculo entre ambos.
La aparente nueva y tranquila vida de Mitchel no durará demasiado, puesto que una vez dentro de esa atmósfera corrupta no es tan fácil salir. Así, intentando proteger su vida, la de Charlotte y la de su hermana, (una joven con problemas y unida a la bebida) se meterá en más de un apuro.
La mafia volverá a llamar a su puerta de la mano de Gant, (Ray Winstone) uno de los mandamás del gremio, que pretende arrastrar a Mitchel a su terreno para que vuelva a hacer lo que mejor sabe, y es que nadie puede escapar a su destino.
El problema llegará cuando ni siquiera él pueda protegerse a sí mismo.
La película llega a nuestro país con un ligero retraso respecto a Inglaterra e Irlanda, y quién dice retraso se refiere a que las pantallas españolas han tenido que esperar un año desde que se estrenara el pasado 2010 en tierras anglosajonas. La cinta llegada de la mano del galardonado director augura buena crítica por el tirón de sus protagonistas y de un buen argumento, a parte de una ambientación sin igual para este tipo de género. Sin embargo, la lentitud de la película y la inexistente química entre los dos protagonistas hace menos llevadera la trama, aunque no por ello ha dejado de ganar adeptos y admiradores.
Si quieres apoyar o hundir el primer intento del guionista de “Infiltrados” en la piel de director podrás hacerlo a partir de mañana.
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