Lo principal para tener unos labios bonitos y sin grietas es mantenerlos siempre hidratados. Para ello, debemos de utilizar un cacao con protección solar varias veces al día. Llévalo siempre en el bolso y aplícalo cada dos o tres horas. De esta forma, notarás a tus labios mucho más suaves y sin pielecitas.
Otra de las claves es exfoliarlos una o dos veces por semana. Puedes hacerlo con un producto especifico (en Lush encontrarás unos exfoliantes con olor y sabor a chicle o a chocolate), o con un producto casero. Para este último, haz una pequeña mezcla con azúcar y miel, y aplícalo en los labios y frota suavemente con un cepillo de dientes que no uses. Después retira el exceso y aplica una buena capa de cacao para labios.
Una vez que tenemos los labios perfectos, podemos pasar a maquillarlos en los colores que más nos gusten. Desde el Nude más discreto, al rojo más intenso; podemos vestir nuestros labios con una amplia gama de colores.
Antes de maquillar los labios, debemos usar una base específica para los mismos. Y si usamos un tono bastante oscuro, perfilarlos con un lápiz del mismo color para evitar que el color del labio se arrastre hacia las comisuras. Después de esto, aplicaremos el color, ya sea directamente con la barra o con la ayuda de un pincel, que nos dejará un acabado mucho más profesional. Por último, si queremos un acabado jugoso podemos aplicar un gloss en el mismo tono o en color transparente, que nos aportará volumen y brillo.
¡Y presume de labios!