Hablamos de... Memoria fotográfica

Esta memoria no solo remite a una imagen observada sino que también puede tenerse memoria fotográfica al recordar al pie de la letra un mensaje escuchado.

Uno de los rasgos que mejor define a la eidética es la precisión que queda en el recuerdo personal de esta vivencia concreta. La persona que muestra esta habilidad en el día a día puede aumentar y potenciar su don. Como muestra de una forma gráfica del concepto, la persona parece tener una fotografía mental de esta determinada imagen.

La fotografía mental

El sentido de la vista y del oído son muy importantes por la información que ofrecen en la construcción de recuerdos personales a largo plazo. Una de las ventajas de tener una gran memoria fotográfica es la posibilidad de poder revivir en el presente con gran realismo una situación ocurrida en el pasado (a través del recuerdo, el ayer vuelve a la memoria con más fuerza).

Este tipo de memoria también recibe el nombre de eidética, un talento personal a través del que el sujeto parece tener la capacidad de sacar fotografías mentales de la realidad que tienen una nitidez notable. Sin embargo, conviene puntualizar que más allá de la objetividad que aporta una imagen determinada, en realidad, todo recuerdo está condicionado por la subjetividad de la mirada que contempla dicha realidad y analiza el entorno a partir de su experiencia previa, sus valores personales, las vivencias que acumula en su corazón...

Atención al detalle

Desde este punto de vista, no existen dos fotografías mentales que sean iguales incluso cuando la realidad en sí misma sí lo es. Es decir, cada sujeto que observa aprecia aporta su punto de vista personal a una escena.

La memoria fotográfica muestra el poder de lo concreto frente a lo abstracto, ya que la fotografía mental está llena de matices que aportan una precisión casi matemática a una imagen mental que tiene su origen en un instante real.

Consejos

Muchas personas se preocupan de tener pérdida de la memoria, cuando de hecho, lo que tienen es que están muy distraídos en el momento del aprendizaje y no pudieron absorber la información en primer lugar. Recuerda que solamente porque lo escuchaste o viste una vez, no necesariamente significa que te concentraste lo suficiente para guardarlo de manera permanente en tu memoria. La mejor manera de combatir esto es estar totalmente presente cuando aprendas nueva información.

Si sufres de ansiedad severa o depresión, habla con tu médico antes de tratar de diagnosticarte o tratarte tú mismo.

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