Maeve, de 41 años de edad, y su hijo Gideon, de 8, desaparecieron el pasado jueves en la bahía de Chesapeake de Maryland, después de que ambos subieran a una canoa para buscar una pelota que se había caído al agua delante de la casa de la madre de ella, Kathleen Kennedy Townsend.
La policía local cree que los fuertes vientos, de casi 50 kilómetros por hora, y las olas de un metro de altura, pudieron ser los causantes de la tragedia, que azota de nuevo a la familia Kennedy.
Los buzos encontraron el cuerpo a 7,6 metros bajo el agua, a unos 4.000 metros de la residencia de su madre, según ha informado la Policía de Recursos Naturales de Maryland en un comunicado.
El esposo de Maeve, David McKean, ha contado lo ocurrido a través de un post en Facebook: “Subieron a una canoa, con la intención de recuperar la pelota, y de alguna manera fueron empujados por el viento o la marea a la bahía abierta”.
Mckean era en la actualidad directora ejecutiva de la Iniciativa de Salud Global de la Universidad de Georgetown; abogada por la Universidad de Boston, era además experta en relaciones internacionales y resolución de conflictos.