Rodríguez, de 32 años y con menos de un 10% de resto visual, afronta el último de sus cuatro años como médico residente de medicina física y rehabilitación en el Clínico de Santiago. Como suele ser habitual en este tiempo, compagina esta labor con sus entrenamientos como deportista de alto nivel, con la novedad de que el confinamiento forzoso le obliga a prepararse en casa de sus padres, en Vigo.
La trayectoria deportiva de Rodríguez abarca ya varios años de éxitos en triatlón, deporte en el que compite con una guía.
Su palmaré incluye buenos resultados en Juegos Paralímpicos (quinta en Río 2016), Mundiales (oro en 2012, 2018 y 2019; plata en 2013 y 2017, y bronce en 2014 y 2015) y Europeos (oro en 2014 y 2019, plata en 2017 y 2018, y bronce en 2013 y 2016). Y tiene plaza para los Juegos Paralímpicos de Tokio, aplazados a 2021 por la pandemia del Covid-19.
Rodríguez comenta, en una conversación telefónica con Servimedia, que su rutina ha cambiado desde que el Gobierno decretara el estado de alarma por el coronavirus porque no puede entrenar fuera de casa de sus padres, a donde volvió porque sus compañeras de piso en Santiago son especialistas en neumología y medicina interna y trabajan en primera línea contra el coronavirus.
UN DÍA CUALQUIERA
El despertador en un día laborable le suena a las 6.30 horas. Media hora después sale de casa para ir al trabajo junto a un compañero del hospital, ya recuperado tras ser uno de los primeros contagiados de coronavirus en el Clínico de Santiago.
A las 8.00 comienza una jornada laboral de siete horas en la que atiende telefónicamente a personas que llaman con posibles síntomas de Covid-19.
“Como se ha pospuesto sin fecha todo lo que no es urgente, el hospital tiene diferentes protocolos para el tratamiento de pacientes con coronavirus”, comenta Rodríguez, quien indica que en estas semanas atiende a pacientes con síntomas, a quienes se hace la prueba PCR, o dudas sobre el coronavirus.
Subraya que la situación en Galicia no llegó a ser “tan crítica” como en otros lugares y el hospital recibe ahora menos llamadas. “Estamos pensando en la 'vuelta a la normalidad'”, añade.
El Clínico de Santiago llegó a tener un plan para 400 camas de posibles contagiados de coronavirus, pero no fueron necesarias ni 200. En los días más críticos, Rodríguez ayudó a “gente mayor muy angustiada” y a personas que se mostraban preocupadas.
“Hubo una semana con muchísimas llamadas. El protocolo es preguntar dónde ha estado, con quien ha contacto, si había viajado… Me quedo con que al menos la persona con la que he hablado se ha quedado más tranquila. Es lo más gratificante. No he tenido contacto directo con el paciente, sino al teléfono”, comenta.
Después de trabajar, Rodríguez vuelve a Vigo, descansa un rato y entrena unas tres horas por las tardes.
HACER HISTORIA EN DEPORTE
En cuanto a la faceta deportiva, los cambios han sido mayores. Como no puede entrenar fuera de casa ni con guía, sus ‘compañeros’ son una máquina de remo que le ha prestado un gimnasio, una cinta para correr que le ha enviado el Comité Paralímpico y un rodillo y una bicicleta que ya tenía. Además de bandas elásticas para mantener la musculatura a tono.
Antes del coronavirus, Rodríguez estaba casi todo el tiempo fuera de casa. Ahora está confinada por las tardes en días laborales y durante los fines de semana.
“El deporte es muy importante, los Juegos Paralímpicos son una prioridad para mí”, comenta, antes de señalar que el aplazamiento de Tokio a 2021 le beneficia porque este año iba “un poco justa de tiempo” por circunstancias sobrevenidas a comienzos de este año. “Lo he asumido con total tranquilidad, para mí no va a ser tan malo”, admite.
Rodríguez se prepara también para atletismo, sobre todo en la prueba reina del medio fondo, los 1.500 metros.
Ya desea volver a salir a la calle para correr con su guía en Vigo, todavía con la incógnita de si el Gobierno permitirá a deportistas paralímpicos el entrenamiento en estos casos, no de forma estrictamente individual.
“Si ya pueden salir los niños y la gente sin discapacidad podrá hacer deporte de forma individual, tengo claro que voy a salir a hacer deporte con mi guía, pero espero que sea bajo la legalidad”, sentencia.
Indica que los deportistas españoles han mostrado “un comportamiento ejemplar estas semanas” y llega el momento en el que se den facilidades a olímpicos, paralímpicos y jugadores de ligas profesionales, para quienes el deporte es su trabajo.
Con vistas a los Juegos de Tokio, tiene la plaza asegurada en triatlón, pero no descarta lograr la marca mínima para los 1.500 metros de atletismo, con lo que se convertiría en la primera deportista española de la historia que competiría en dos deportes en unos mismos Juegos.
“El año pasado quedamos cuartos en el ‘milqui’ del Mundial. Me encanta correr en la pista y no renuncio a nada. Si tengo la oportunidad, lo voy a dar absolutamente todo en las dos disciplinas. Ojalá sea así porque sería la primera deportista española que competiría a la vez en dos modalidades distintas tanto en JJOO como JJPP”, concluye.