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Adicción al porno: un desafío que destruye relaciones y vidas
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Adicción al porno: un desafío que destruye relaciones y vidas

Por Redacción
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contactohorapuntacom/8/8/18
jueves 20 de marzo de 2025, 21:48h

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La adicción a la pornografía es un problema creciente que afecta a muchas personas, destruyendo relaciones y distorsionando la percepción del sexo. Historias como las de Juan y Pablo revelan cómo esta dependencia puede llevar al aislamiento emocional y a la insatisfacción en las relaciones íntimas. A pesar de los intentos fallidos de dejar el porno, ambos encontraron apoyo en grupos de rehabilitación, destacando la importancia de la terapia y el acompañamiento mutuo para la recuperación. La visibilización de este problema es crucial, ya que muchos jóvenes están en riesgo. Con recursos adecuados, es posible retomar el control y reconstruir vidas y relaciones dañadas por esta adicción.

La adicción a la pornografía se ha convertido en un fenómeno silencioso que afecta a un número creciente de personas, destruyendo relaciones y distorsionando la percepción del sexo y la intimidad. Dos hombres han compartido sus experiencias sobre esta dependencia invisible que ha marcado sus vidas.

Juan, un hombre de 43 años, ha lidiado con su adicción al sexo y a la pornografía desde que vio su primera película para adultos a los 10 años. Desde entonces, el consumo se transformó en un hábito diario. “Cualquier momento a solas era una excusa para ver pornografía”, confiesa, señalando que esta práctica le servía como una forma de escapar de los problemas cotidianos.

La primera vez que escuchó la palabra ‘adicción’ fue por parte de su expareja, quien le sugirió que podría tener un problema. Juan inicialmente reaccionó negándolo y descalificándola. Durante tres décadas, se convenció de que su consumo no era problemático, aunque en el fondo sabía que había algo mal. A pesar de tener períodos sin consumir, en momentos críticos regresaba a una rutina donde veía porno varias veces al día y mantenía relaciones con múltiples mujeres.

Impacto en las relaciones personales

El efecto del porno en su vida amorosa fue devastador. Las relaciones sexuales se tornaron “aburridas” e insatisfactorias. “Buscaba cada vez mayores estímulos; las relaciones normales me parecían insípidas e incluso las evitaba”, explica Juan. Sus parejas notaban su distancia emocional y frialdad durante la intimidad. “Ellas lloraban, yo también, pero no podía parar”, recuerda con tristeza.

Después de varios intentos fallidos por dejar el porno por sí mismo y tras acudir sin éxito a terapia, encontró apoyo en Adictos al Sexo Anónimos (ASA España). Siguiendo un programa de 12 pasos similar al de Alcohólicos Anónimos, ha logrado avances significativos. “Estoy a mitad de camino, pero sé que esto me acompañará toda la vida”, comenta, reconociendo ahora que cuenta con un grupo de personas que lo entienden y apoyan las 24 horas.

Pablo: el deterioro personal ante la adicción

La historia de Pablo, también bajo un nombre ficticio, refleja otra cara del problema. Comenzó a consumir revistas pornográficas a los 15 años como una forma de escapar de problemas familiares. Con el auge de Internet, su consumo se volvió incontrolable; a los 25 años se dio cuenta de que no podía controlar sus impulsos pese a sus promesas de abstenerse.

Pablo admite que el porno moldeó su percepción del sexo: “Mi educación sexual fue el porno. Creía que lo que veía en pantalla era la realidad”. Esto llevó a una profunda insatisfacción con las relaciones reales. Su novia sentía que no era suficiente para él y trataba de imitar prácticas vistas en el porno para complacerlo. Con el tiempo, Pablo perdió el deseo por el sexo real y se sumió en un ciclo de culpa e insatisfacción.

Un camino hacia la recuperación

Tras varios fracasos en terapia, Pablo encontró apoyo en un grupo de rehabilitación. “Llevo un año sobrio y ahora veo todo desde otra perspectiva”, dice con optimismo. Reconoce que antes miraba todo a través del filtro del porno, pero ahora entiende que la realidad es diferente: “La adicción no se cura; se aprende a gestionar”.

Las historias compartidas por Juan y Pablo reflejan una problemática creciente entre los jóvenes, afectando silenciosamente a muchas parejas. La adicción a la pornografía no solo deteriora la vida sexual sino que también genera aislamiento emocional y culpa.

A pesar del impacto negativo de esta adicción, hay esperanza para quienes buscan ayuda. Con terapia adecuada y apoyo mutuo, muchas personas han logrado retomar el control sobre sus vidas y reconstruir sus relaciones. Para aquellos atrapados en este ciclo destructivo, existen recursos y profesionales dispuestos a ayudarles; lo esencial es dar el primer paso hacia la recuperación.

Preguntas sobre la noticia

¿Qué es la adicción al porno?

La adicción a la pornografía es un problema que afecta a muchas personas, distorsionando su percepción del sexo y la intimidad, y destruyendo relaciones personales.

¿Cómo afecta la adicción al porno a las relaciones de pareja?

La adicción puede hacer que las relaciones sexuales se vuelvan insatisfactorias y aburridas, generando distancia emocional y problemas de comunicación entre las parejas.

¿Qué síntomas pueden indicar una adicción al porno?

Algunos síntomas incluyen el consumo compulsivo de pornografía, la necesidad de mayores estímulos para sentirse satisfecho, y el deterioro de la vida sexual real en comparación con lo visto en el porno.

¿Es posible recuperarse de la adicción al porno?

Sí, la recuperación es posible con el apoyo adecuado, terapia y programas de rehabilitación. Muchas personas han logrado retomar el control de sus vidas y reconstruir sus relaciones.

¿Qué recursos están disponibles para quienes luchan contra esta adicción?

Existen grupos de apoyo, comunidades y profesionales dispuestos a ayudar a quienes sienten que no pueden salir del ciclo de la adicción al porno.

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