Desde el último verano pre pandemia a la actualidad, se han disparado en Google las búsquedas relacionadas con alojamientos que admiten mascotas, incrementándose en más de un 90% con respecto al mismo periodo del año 2019.
Frank Cuesta casi perdió la vida el pasado mes de noviembre cuando grabó con cámara oculta cómo dos traficantes de animales se disponían a vender su "mercancía".