Wolfgang, un niño de diez años con un coeficiente intelectual de 152 y trastorno del espectro autista se ve obligado a vivir con su padre Carles, a quien no ha visto nunca, tras la repentina muerte de su madre.
El 55% de los adultos con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) están desempleados, una tasa que casi duplica a la media de las personas con discapacidad en general.