María, una funcionaria de cincuenta y cinco años de Bilbao a la que diagnostican una grave enfermedad. A pesar de eso y en contra del consejo de su hijo, decide hacer un viaje a Grecia con sus dos mejores amigas. Allí, descubrirá la isla de Nisyros, un pequeño remanso de paz y calma donde vuelve a sentir las ganas de vivir.