Creaban páginas que replicaban la cabecera, los logos y la maquetación de las marcas originales y las promocionaban mediante anuncios en redes sociales, lo que permitía redirigir al usuario a la web fraudulenta en un solo clic.
Ante el auge del comercio electrónico a gran escala, Greenpeace alerta del grave peligro que este servicio entraña para el planeta en términos de uso de los recursos, emisiones de gases de efecto invernadero y de residuos.