Greenpeace denuncia que el ritmo de consumo actual implica un derroche de materias primas, de agua potable y de energía, insostenible para el planeta. De hecho, en España consumimos a un ritmo dos veces más rápido de lo que necesitaríamos para poder regenerar el medioambiente.
La organización Ecologistas en Acción ha otorgado este año 48 ‘banderas negras’ a playas y zonas degradadas del litoral de las 22 provincias y las dos ciudades autónomas de España con costa, bien por contaminación o bien por una mala gestión ambiental.